Probablemente os estaréis preguntando qué significa el título de este blog, o a qué se refiere. Os explico brevemente:
Creo firmemente que debemos cambiar la forma en la que a la mayoría nos han enseñado inglés (o cualquier otro idioma) cuando éramos pequeños. Una lengua es algo VIVO, no una asignatura que deba "estudiarse". Sí, hay normas gramaticales, reglas, excepciones y cosas así. Pero aprenderse la lista de los verbos irregulares no es aprender inglés (y los de 6º estarán de acuerdo conmigo, ¿verdad, chicos?). La lengua hay que vivirla, usarla, experimentarla... de la forma más natural posible. Y aquí entra el concepto de "daily exposure".
¿Cómo hemos aprendido a hablar nuestra lengua materna? Imagino que ninguno ha tenido que aprenderse la lista de los participios irregulares, ni que vuestros padres os torturaran con los diferentes usos del subjuntivo cuando estabais empezando a balbucear vuestro primer "papá" o "mamá", ¿no? Nada de eso: en resumen, nosotros aprendimos a hablar tras un período de escuchar mucho, de estar rodeados por gente que nos hablaba e intentaba comunicarse con nosotros, con gestos acompañando a sus palabras, y lo hacían constantemente, o sea, que estábamos expuestos a la lengua a diario (= "daily exposure"). Poco a poco fuimos comprendiendo lo que nos querían decir, empezamos a imitarles y llegó un momento cuando logramos formar nuestras primeras palabras y frases. Pero fue un proceso que llevó un cierto tiempo. Nuestros padres no esperaban que hiciéramos frases perfectas a la primera, aprendimos a base en "ensayo - error".
En mis años de profesora de español para extranjeros pude ver este proceso muy de cerca. Estudiantes que llegaban sin saber decir ni "hola" en nuestro idioma, y que después de una semana ya entendían prácticamente todas las rutinas que seguíamos en clase. ¿Por qué? Porque estaban viviendo en España, rodeados por españoles las 24 horas del día, asistiendo a clase toda la mañana, escuchando televisión / radio / música en español constantemente... Esto es "Daily Exposure". Y funciona.
Desgraciadamente, no todos podemos irnos a vivir a Inglaterra unos meses para poder estar "expuestos a la lengua diariamente". Pero ya sabéis el dicho: "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma". Podemos traer un poquito de Inglaterra a nuestras casas, buscando recursos (canciones, cuentos, películas...) en inglés, que permitan a nuestros niños acostumbrarse a sus sonidos, su pronunciación, y conocer un poco más de su cultura (cuentos tradicionales, canciones para niños...).
En la sección "Daily Exposure" iré dando consejos y sugerencias para hacer en casa, válidas para todos los niveles, y que podrán ayudar a nuestros niños a familiarizarse con el inglés de forma divertida y natural.... ¡O eso espero!
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